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El conurbano en pantalla grande: el cine de Campusano

Por Nahuel Almirón Rodríguez. 
¿Neorrealismo italiano? ¿Cine sobreactuado? o ¿Cine de bajo presupuesto? En “De otro plano” hacemos una veloz recorrida por la vida de este director nacido en Quilmes que tiene mucho para decir del conurbano bonaerense.
Arriba: Delfina (Natacha Méndez) en "Placer y Martirio" (Fuente: Otros Cines). Abajo: El Vikingo (Ruben Beltrán) en "Vikingo" (Fuente: Otros Cines). Derecha: José Celestino Campusano (Fuente: La Nación)


“A mí el cine norteamericano me parece decadente, obsceno, repetitivo” declaró hace casi un año José Celestino Campusano, ese director que cuenta historias para gente del conurbano. Si uno no conoce mucho sus películas, lo primero que tendería a pensar es que no hizo el trabajo de pre-producción correspondiente para rodar un film medianamente “decente”. Precisamente esa mirada es la que critica José cuando dice que el cine norteamericano es repetitivo.

¿Quién es Campusano?

José Campusano nació en Quilmes, provincia de Buenos Aires. Estudió realización cinematográfica en el Instituto de Cine de Avellaneda. Toda su vida estuvo signada por disputarle reglas al sistema. Y fue el cine el lugar que mejor le cuadró para hacerlo.

"Trato de crear personajes creíbles y evitar la impostación. Lo que la vida nos ofrece ya es por demás generoso. Y también es imbatible porque es verdadero. Es cuestión de parar la oreja. La gente del delito no habla como suponen muchos."


José fundó su propia productora llamada “Estudio Chroma Ruta II”. También es creador de “Cinebruto”, proyecto que lo ha llevado a exponer sus películas por varios países. Asimismo, es presidente del Cluster Audiovisual de la Provincia de Buenos Aires y presidente de la Federación Audiovisual de la República Argentina (FARA).

Un poco de su obra

“Historias que rozan marginalidades delictivas, homosexuales y esotéricas” es la frase con la que Campusano califica su propia obra en su web oficial. Más del lado de la ficción que del documental, el cine propuesto por José encontró un espacio en los grandes eventos del séptimo arte. Con el estreno de “El Arrullo de la Araña” (su película más reciente) participó por quinta vez en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

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Referenciar a Campusano significa querer conocer de historias en crudo, como la que cuenta “Vil Romance”. Un film estrenado en el 2008 que narra el amor entre Roberto (un joven homosexual y desempleado) y Raúl (un hombre de 40 años que vende armas y simula ser heterosexual). Otro largometraje conocido en su filmografía es “Fango”. Película producida en 2012 y ganadora del festival MÁRGENES. La historia también ocurre en el conurbano y narra los exabruptos que debe pasar un músico de heavy metal cuando su mujer es secuestrada.

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En 2014, se suma a la filmografía de Campusano "Fantasmas de la ruta". Se narran las vivencias de una joven de 19 años que es secuestrada por una red de trata de personas. Su último y más reciente film, "El arrullo de la araña" cuenta la relación de un jefe con sus tres empleados en una ferretería del conurbano bonaerense. Sin dejar de tratar tópicos marginales, el director decide recrear el cruel mundo del trabajo en negro.


Decisiones estéticas lejanas a un sistema de estrellas

Narraciones veloces, poca duración en los planos, grandes equipos actorales, efectos especiales y guiones llenos de cliché. Todo eso es lo que no hay en el cine de este realizador. Ver una película de Campusano significa encontrarse con actores no profesionales situados en vivencias que están lejos de convertirlo en un héroe. Siempre en el conurbano, siempre en los micromundos... ahí es donde tienen lugar las historias de José.

Campusano en diversos rodajes en el Conurbano Bonaerense (Fuentes: asaeca.org y Otros Cines)

El cine al servicio de la realidad. El largometraje para cumplir con lo que a lo largo de más de cien años le fue asignado: contar una historia. Para muchos será de muy mal gusto, pero para otros el cine de Campusano revive la función de las artes: disputar reglas. Decir que no todo está bien. Generar esa incomodidad que despierta la crítica y el cuestionamiento del mundo donde vivimos que es nada más y nada menos que el de las historias complicadas.

"Desde cine comercial, comedias, cine de autor, cuestiones experimentales. Consumo muchísimo. Soy muy variado porque quiero aprender todo el tiempo. No hay un cine que me haya dado el empujón, sino películas sueltas."


"El tercer cine", tal como lo enuncia el oriundo de Quilmes, es un cine cooperativo y comunitario. Un fílmico que conoce poco de límites. Los verdaderos actores de estas vivencias están en las películas de José. Lejos de las grandes pantallas y enormes cadenas de distribución (que son para pocos) está el cine de este director, muy pero muy lejos de defraudar.
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